Conciencia
Entiendo mejor a la conciencia cuando de manera verbal la defino como un campo al que es posible acceder a través de la mente. Una dimensión del universo, un nivel preexistente, permanente.
Para mi la conciencia no debe ser alcanzada, sería muy soberbio creernos que nosotros podemos crearla o alcanzarla, mas bien la conciencia ya está alcanzada después de millones de años de evolución, la vida llega a la conciencia a través de la mente humana que es capaz de conectar con la conciencia, no hay un camino a ella, la conciencia es el estado natural de la mente. Y porque no pensar que cualquier animal es en potencia capaz de alcanzarla, como un fusible por si algo se quema.
La mente en su interminable búsqueda de respuestas simbólicas, pierde el centro al no poder comprender “Todo” y al mismo momento eclipsando el presente con el pensamiento, genera una desconexión con la existencia creando una tensión. Y justamente lo que debe permitirnos la mente es volver a fundir esos fragmentos en una gran unidad.
Por esta razón la manera ineludible de recuperar la conciencia es en principio una motivación que tenga la fuerza que se necesita para serenar la mente, “buscar” la calma, intentar entender ese estado de abandono, de silencio de reposo de aceptación, de ausencia de miedos y culpas, de paz, de entrega.
Relajado de mente se es capaz de mantener la atención del momento, en la quietud mental es donde la realidad es capaz de bañarnos como una lluvia torrencial a cada instante ininterrumpidamente, eterna e infinita, permitiendo que la conciencia se expanda que refleje.
La continuidad del estado me derrite con todo, en casa , en calma, en libertad, con confianza, respeto. Igualmente comprendo la inutilidad de intentar transmitir una experiencia. La verdadera intención de este escrito es refrescar mi mente, y de que algún esporádico lector comprenda lo que estoy hablando por la experiencia y no por tener alguna lejana percepción de lo que significan las palabras. No pretendo explicar la experiencia, con las palabras solo puedo acercarme un poco.
La verdad está siempre presente, inmensa, paciente, instante a instante y lo mejor es que no solamente somos espectadores...
Vivir en comunión.